Para Otilio Carvajal,
que me aguijoneó la rima
1
No volverán los viajeros
con su oleaje y su estridencia.
Ya se palpa: esa esencia
se perdió. Jóvenes austeros.
Fieles al partir. Pioneros.
De isla en isla regresaban
a su Ítaca. Tanto amaban
el país los buscarruidos.
No volverán los años idos.
Ni el amor conque esperaban.
2
Ya fatigan las arenas
los difuntos. Inmutable,
Cronos pasa sin que hable:
fiel al tiempo de sus penas.
Un día a día que drenas
escrutando tu memoria.
Hora triste, vejatoria.
Jornada gris, volandera,
que desarma tanta espera:
inútil, pueril, dilatoria.
3
Entras a los recovecos
que perturba el carnaval
por una danza sensual
hecha de múltiples ecos.
Uno de tantos muñecos
a que esta fiebre sacude.
Y una máscara que acude
solícita cuando llamas:
la libertad que reclamas
para que tu voz desnude.
4
Posas desnudo entre
sirenas. Tañes sus liras
intocables. Cuando miras,
arde el mar, gotea un vientre.
A que su voz te encuentre
juegas. Resistir su canto
es gozo y fuga del manto
en que tejen tu fortuna.
Viajas del sexo a la cuna
donde crece el desencanto.
5
La realidad no acompaña
tu entusiasmo. Se revuelve
en la noche, se disuelve
en una niebla que empaña
el alumbrado y engaña
los sentidos. Fin de fiesta.
Secuencia de cierre. Nos cuesta
aceptar que lo perdido
no interesa. Carcomido
está mi tiempo, y apesta.
Edel Morales
Bajo el árbol del mango
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